Les presentamos esa finca rústica de 88.000 metros cuadrados de parcela y más de 1.500 metros cuadrados construidos. Encontramos dos viviendas principales. La más grande, distribuida en dos plantas, dispone de varios salones, uno de ellos con chimenea, cocina con chimenea y horno de leña, 3 baños y 13 habitaciones. En la primera planta, además, también encontramos varias terrazas, balcones y una gran zona diáfana. Esta vivienda necesita ser rehabilitada, aunque se pueden mantener algunas estancias.
La segunda vivienda está en buen estado. Tiene 4 habitaciones, dos baños y un salón comedor comunicado con la cocina. Tiene acceso directo a su propio garaje. Desde el exterior se puede subir a un ático.
La finca dispone de piscina, dos locales de almacenaje para maquinaria y aperos del campo, además de otra edificación que se usaba como cuadra de caballos. Tiene una balsa de agua para el riego, agua potable, luz y placas solares. En cuanto a las plantaciones, hay olivos, cerezos y un huerto, además de una zona de pinar maderable.
Es una oportunidad única para disfrutar del campo y de la tranquilidad contemplando las vistas a la Sierra Mariola. Una propiedad excelente para una familia o bien para convertirlo en alojamiento rural.